lunes, 12 de agosto de 2013

Diez años después: el estigma del poder.

Hoy la prensa argentina se hace eco del resultado de las elecciones primarias celebradas ayer en todo el país. Por supuesto, lecturas hay para todos los gustos y según el color con que se mire el cristal. El oficialista Página 12 habla de la resistencia del kirchnerismo y de la imposibilidad de la oposición de llegar a acuerdos dada su heterogeneidad, mientras el opositor Clarín cargaba sus tintas hablando de un claro voto de castigo al gobierno.

Todo esto, diez años después de la llegada al poder del primer gobierno kirchnerista, y por algún u otro motivo las "décadas" son famosas en la Historia, por lo menos en Argentina hubo otras dos décadas famosas:

  • La "Década Infame" que en realidad fueron trece años, de 1930 a 1943, caracterizada por fraudes electorales, represión y escándalos por todo tipo de actos de corrupción favorables a las empresas británicas.
  • La "Década Menemista", de los años 1990 a 2000, durante la cual se llevó a cabo un violentísimo programa neoliberal que llevó a la Argentina a los más altos índices de pobreza nunca vistos hasta entonces.
No obstante, si nos ponemos a analizar la llegada de cualquiera de los gobernantes al poder, vemos que surgen en un contexto de hartazgo con el gobierno anterior  y en el cual se pide a gritos un cambio. La alternativa al poder se presenta como revolucionaria, renovadora, defensora de los intereses del pueblo, de los cambios, a favor del progreso, etc. Incluso hasta es probable que durante los primeros años de mandato se adopten algunas medidas populares. Pero a medida que va pasando el tiempo dejan atrás sus programas revolucionarios para adoptar medidas mucho más conservadoras, o en el peor de los casos, dictatoriales, convenientemente disfrazadas con discursos demagógicos.


Hannah Arendt decía que "El revolucionario más radical se convertirá en un conservador el día después de la revolución". Por supuesto, no se refiere literalmente al día siguiente, sino al tiempo ocurrido tras la llegada al poder. Pero me gusta más la frase de George Orwell, autor de obras maestras como 1984 o Rebelión en la granja, que dijo "No se establece una dictadura para salvaguardar una revolución; se hace la revolución para establecer una dictadura".


En otras palabras, el poder te deja un estigma, que te cambia hasta tal punto de que intentas aferrarte a él por todos los medios, te vuelves inescrupuloso, manipulador, vendedor de humo y demagogo. Te hace perder la memoria respecto de quienes te ayudaron a llegar, e incluso no tienes el menor remordimiento en realizar una purga política para librarte de todos aquellos que puedan llegar a hacerte sombra. Al fin y al cabo, en el comentario a la obra de Nicolas Maquiavelo "El Príncipe", Napoleón Bonaparte comentó "El fin justifica los medios".

También pasaron diez años desde las últimas elecciones a la FCE en donde hubo dos candidatos (fueron el 31 de mayo del 2003). En ellas se presentaron dos candidatos, el "continuista" Xavier Ávila (en el sentido que era vicepresidente de la FCE y estaba apoyado por el anterior presidente, Josep Flores), y el "renovador" Toni Ayza. Fue una verdadera revolución que contó con más del 70% de participación de los clubes catalanes y un resultado bastante ajustado, 62 a 55 a favor de la renovación. En aquel entonces, no tuve ninguna duda de que era necesaria la renovación y no sólo apoyé a Ayza a través de mi club (el Club Esportiu Universitari, hoy desaparecido) sino que además le ayudé consiguiéndole votos. Y ya todos estáis viendo lo que recibo a cambio de ello.


Después de esas elecciones, hubo otras dos más, en 2007 y en 2011, en donde sólo se presentó un único candidato, el actual presidente, que ya lleva diez años en el poder. Y no tengo claro cuando serán las próximas, ya que por un lado, en el Decreto 58/2010 del 4 de mayo, decidió ampliarse de cuatro a seis años el mandato, luego dicho decreto fue modificado según el Decreto 55/2012 del 29 de mayo, volviéndose a los cuatro años de acuerdo con su artículo 16. No obstante, en la Disposición Transitoria Tercera de este último Decreto, se le permiten seis años ya que fue elegido durante la vigencia del Decreto 58/2010.

Por tanto, las próximas elecciones en la FCE serían para el 2017, salvo que por algún motivo decida convocar elecciones anticipadas. Dudo mucho que eso ocurra, aunque habrá que ver que pasa si sigue adelante con su plan de separar la licencia FCE de la FEDA. Respecto a este tema de las licencias prefiero hablar en un próximo post, cuando acabe de analizar de forma fría y matemática, todos los datos que obran en mi poder respecto del coste de las mismas. Lo haré seguramente en septiembre, cuando se publiquen los precios exactos de las licencias según el Comunicado de la FCE en la que se dará a elegir a los clubes entre dos propuestas en la próxima asamblea del 19 de octubre.


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